Era una tarde gris en ese paraiso terrenal,
la nostalgia invadía mi alma,
el silencio de mi mente,solamente escuchaba el silvido del viento.
Allí observando ese marazul,se oían los murmullos de la marea,
el oleaje alto mecía a los barcos como hojas de papel por el viento,
de repente las nubes negras ocultaron a la luna y todo qued,o en una total oscuridad.
Mi alma se volvió noctámbula.
jueves, 28 de agosto de 2008
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